Láminas de cera virgen de abejas que llevan estampadas las celdillas, es decir, tienen el típico dibujo del panal.
La cera de abeja es uno de los elementos más importantes de la colmena para la producción de miel ya que es utilizada por las abejas como material de construcción de las celdillas del panal.
Se trata de una cera con un agradable aroma a miel y propóleo. Sus diferentes usos se deben principalmente a sus propiedades hidratantes, emolientes y suavizantes.
La cera de abeja destaca por su poder de hidratación, ya que no es irritante y presenta gran compatibilidad con la piel. Resulta un buen emoliente que contribuye a hidratar y proteger la piel. Además, actúa con gran efectividad como emulsionante para dar consistencia a los cosméticos en los preparados caseros.
Se puede utilizar la cera para elaborar cremas naturales y productos cosméticos artesanales. Es posible fundirla para hacer velas decorativas o utilizarla para proteger los muebles y suelos de madera. Los usos de la cera de abeja en cosmética natural son muy variados y recogen años de tradición.
Se puede usar para elaborar cremas efecto frío sin emulsionantes adicionales, ungüentos medicinales, pomadas, bálsamos labiales, lápices de maquillaje, jabones naturales, mascarillas capilares… Si añadimos un pequeño porcentaje a una crema casera mejoramos la textura y aumentamos su función protectora e hidratante.